
Desde hace unos meses no se habla de otra cosa en ciertos círculos de la capital de Madagascar, y es que la historia tiene miga…
El Presidente de la República (Andry Nirina Rajoelina) se ha empecinado en construir un teleférico (transporte por telecabinas aéreas) que cubra ciertos barrios residenciales de la capital, así como el centro histórico (declarado por UNESCO Patrimonio de la Humanidad).
El coste de este proyecto asciende a más de 150 millones de Euros (recibidos vía préstamo bancario en una entidad francesa y a devolver con intereses) y no parece una de las prioridades a corto plazo en uno de los países más pobres del mundo.
Hay varias zonas oscuras en este proyecto. De entrada su viabilidad parece difícil en una ciudad escarpada entre colinas, separados sus barrios por extensos arrozales y marismas. Los opacos estudios realizados hasta la fecha no ofrecen garantías de éxito a corto plazo. Además está el coste previsto de este transporte (se habla en las altas esferas que el billete costará unos 4.000 ARIRAYS por trayecto, o sea más o menos 1 Euro, cuando el transporte compartido en minibuses y utilizado por el 80% de los habitantes de la capital no supera los 500 ARIARYS el trayecto). Sin contar que para poder trazar el tendido del teleférico (postes y pilones, torres, estaciones), se deben expropiar múltiples terrenos privados, así como sobrevolar viviendas, escuelas, hospitales… En un país donde la palabra mantenimiento no existe, la verdad, parece sumamente arriesgado.
De momento, las escasas encuestas realizadas y el sentir de la calle , nos permiten aventurar que la mayoría de la población de Antananarivo está en contra del proyecto por diversos factores. Aunque este dato no parece frenar las ansias publicitarias del Jefe del Estado que ya ha encargado el proyecto a la empresa francesa COLAS y del que se prevén empezar las obras en el año 2023.
No sé, como habitante de Antananarivo es cierto que me gustaría terminar con los insufribles atascos, pero pienso que este medio de transporte adecuado para países más desarrollados, no cuajaría entre la población que gana poco más de 1 Dólar al día. Sin contar que muchos malgaches (sobre todo los de clase media) son reacios a subirse a las alturas de los cielos para desplazarse por su capital…
Hay otras prioridades en el país y en la ciudad, y otras formas de terminar con los atascos…Solamente si se respetara el Control Técnico de los vehículos que circulan en la capital (vuestra ITV), se formase de una manera seria a los agentes de tráfico y se trazaran algunas vías rápidas, se terminaría con los sempiternos embotellamientos endémicos de algunos barrios de Antananarivo a ciertas horas. Sería más barato y más efectivo, pero quizás daría menos bombo y platillo al Presidente de la República en su año electoral (en 2023 se deben celebrar elecciones a la jefatura del Estado).